APARECIERON ESTOS DÍAS, EN UN CUCHA, CON SU MAMÁ
Y estos son los hijos de Luna, la negra menos grande. Son trece. Y los tiene en una cuevita en el bosquecillo que está enfrente de casa, justo cruzando el camino, bien escondidos. Les pusimos techo de plástico y cartón, por alrededor trapos y juncos, para que no tengan frío. Luna viene todos los días a tomar leche y a comer salchichas y pienso.
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